Sin embargo, si Final Fantasy VII Remake se lanzó en PS4, el segundo capítulo de la trilogía, Final Fantasy VII Rebirth, será exclusivo de PS5. Una elección de Square Enix que no sorprende en el sentido de que Final Fantasy VII Remake Intergrade ya ha esquivado a PS4, sin duda para preparar mejor la transición generacional. Pero en el caso de Final Fantasy VII Rebirth, fueron principalmente consideraciones técnicas las que empujaron a los desarrolladores a tomar esta decisión, como lo demuestra la entrevista concedida por Yoshinori Kitase al medio japonés Gamer (y retransmitida por Gematsu).
"Es una exclusiva de PS5 por la calidad gráfica, pero también porque está el SSD", explica el productor ejecutivo. Dado que la aventura se desarrolla en un mundo enorme después de que los héroes escaparan de Midgar, la masa de datos a procesar es tal que puede crear un fenómeno de congestión. De repente, entendimos que necesitábamos las capacidades de la PS5 para superar estos obstáculos y viajar cómodamente en el universo del juego".
Si algunos ya creen que esta afirmación es una prueba de que Final Fantasy VII Rebirth será un mundo abierto, Square Enix aún no ha formalizado nada al respecto. Lo cierto es que el mundo será mucho más abierto que el de Final Fantasy VII Remake, lo que no debería ser muy complicado a decir verdad. Para que conste, un equipo de Square Enix ya está trabajando en el último episodio de esta trilogía cuyo nombre no se ha filtrado, lo que demuestra que por el momento todo marcha de la mejor manera. El lanzamiento del juego está programado para el invierno de 2023.
